Osuna monumental

Osuna Monumental

En el corazón de Andalucía, a tan solo 1 hora de Sevilla y Córdoba y a hora y media de Málaga se encuentra Osuna, ciudad monumental con gran personalidad artística en la provincia de Sevilla.

Osuna se ubica en un cerro por cuya ladera se extienden sus calles y casas típicamente sevillanas. Se llega a ella entre campos de olivos y cereal, por la A92 y su monumentalidad se muestra ya desde lejos, espaciada a modo de bellas edificaciones históricas que se mezclan con el blanco de sus casas alrededor de la gran Colegiata.

 

La larga historia de Osuna, cuyos orígenes pueden remontarse al año 1.000 a.C, tuvo su momento de esplendor y riqueza en los siglos XVI, XVII y XVIII. Recorrer sus calles es disfrutar de sus casas y palacios señoriales, de edificios señoriales de gran envergadura -como es el caso de la Iglesia Colegial de Santa María de la Asunción o la Universidad- y de un ambiente cargado de tradiciones y manifestaciones culturales propias de la campiña sevillana.

Durante la dominación musulmana éstos la denominaron “Osona” y durante este periodo la ciudad vio nacer a importantes poetas, científicos, gramáticos y juristas. Se conservan aún lienzos de la muralla así como La Torre del Agua (ambos de época almohade).

Tras el años 1239 y la conquista del rey Fernando III, veremos como su hijo, Alfonso X cede la villa a la Orden de Calatrava para solucionar los problemas de repoblación que padecía la localidad y mantener sus fronteras. Y así, siendo maestre de esta orden Pedro Téllez Girón, en 1464 la villa fue permutada por Fuente Ovejuna y Bélmez y se convirtió en el núcleo del Condado de Ureña. Posteriormente, en 1562, el V Conde de Ureña fue nombrado I Duque de Osuna. Para entonces, Osuna era la capital del señorío de los Téllez Girón en Andalucía, quienes, en el siglo XVI, fundaron la Colegiata y la Universidad. Toda esa grandeza se perdió en los siguientes tres siglos (con el duodécimo Conde de Osuna, Mariano Téllez Girón).

Pasear por la noble y señorial ciudad de Osuna es contactar con una ciudad plena, milenaria y monumental. Acompáñanos en este ‘paseo online’ por Osuna, te sorprenderá.

Nuestro paseo comienza entrando por la zona este de la ciudad, dejando atrás el Convento del Espíritu Santo. El paseo nos lleva hasta el Convento del Carmen, en cuya iglesia encontraremos un extraordinario retablo mayor del siglo XVI atribuido a Juan de Oviedo “el Viejo” y Diego de Velasco. Además, os recomendamos visitar la sacristía, donde se halla el calvario que debió presidir el retablo mayor, obra de Diego de Velasco en el siglo XVI. Tomando la calle Cristo hacia arriba encontraremos la Iglesia del Convento de San Pedro, un edificio eclesiástico del siglo XVI de una sola nave cubierta con bóvedas de cañón. En este templo destacan la bella portada mudéjar y un retablo mayor de estilo rococó que merece la pena visitar.

 

Continuando por la calle San Pedro se encuentra el celebre Palacio del Marqués de la Gomera, considerado el edificio más significativo del barroco civil ursonense. La fachada de esta palacio del siglo XVIII es obra de Juan Antonio Blanco, arquitecto de Estepa que la proyectó en 1765. La labra primorosa de la portada queda inscrita por un pretil mixtilíneo y cerrada por una torre mirador muy hermosa. En el interior destaca el magnífico patio porticado y la capilla privada. El edificio aledaño a las dos calles más hermosas de la villa, calle San Pedro y calle Sevilla, está rodeado por calles repletas de ventanas vestidas de reja de forja que nos llamarán la atención.

 

Encaminándonos en dirección norte llegamos hasta la Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria y la antigua Audiencia, situada una frente a la otra. En la parroquia no dejemos de visitar el impresionante retablo mayor del siglo XVIII. En la Antigua Audiencia podremos disfrutar de una bella fachada de estilo barroco, en cuya portada se puede observar una curiosa variante del escudo de Osuna.

 

Por la calle Carrera abajo llegamos a la Iglesia de Santo Domingo, fundada en 1531 por el IV Conde de Ureña. Esta iglesia de una sola nave con cabecera de estilo gótico está asentada sobre la antigua iglesia de San Sebastian, destacando su retablo mayor, las capillas con artesonados mudéjares,etc. Su espadaña decorada con azulejos también es muy curiosa.

No lejos de aquí, encontramos la Iglesia de la Merced, la cual descubriremos gracias a su importante torre. Construida por Alfonso Ruiz Florindo en el siglo XVII, destaca por ser paradigma perfecto de la decoración dieciochesca. Desde su torre se puede contemplar toda la campiña. El templo es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón y decorada al gusto sevillano.

Nos encontramos muy cerca del edificio de la Universidad de Osuna, también el Panteón Ducal y la Iglesia Colegial. Todos estos edificios están asentados en el promontorio que domina la villa, y todo gracias a la familia Girón. Los majestuosos volúmenes de estos edificios son una muestra palpante de la condición de gran ciudad que ocupó Osuna durante el señorío de los Girón, Condes de Ureña y Duques de Osuna desde 1562.


La Universidad representa el centro cultural de la ciudad. Con una sobriedad parecida al Escorial, nos impresiona por su patio, la riqueza pictórica de su Sala de Grados, el paraninfo y la capilla. El Panteón Ducal, al otro lado de la calle y adosado a la Iglesia Colegial, fue fundado en 1548 y está formado por un patio, la capilla y el panteón donde reposan los restos mortales de casi todos los Duques de Osuna. El patio y la capilla conforman uno de los conjuntos más bellos del renacimiento español.

 

La Colegiata de Santa María de la Asunción es un edificio de estilo renacentista muy cercano al italiano que destaca por su Puerta del Sol y su retablo mayor, de estilo barroco. En lo que antaño fue la sacristía se asienta hoy en día el Museo del Arte Sacro con lienzos de José Ribera (1616), la cruz de Pedro de Ribadeo, el arca plateresca de Diego de Becerra, así como pinturas flamencas del XVI y orfebrería religiosa, para complementar esta gran colección.

 

Una vez salgamos de la Colegiata, es de recibo llegarse al Monasterio de la Encarnación, de estilo barroco. Este antiguo hospital fue convertido en monasterio en 1626; se puede contemplar su museo donde encontraremos importantes colecciones de orfebrería y esculturas que datan de los siglos XVI y XVII. No nos olvidamos de una esplendida serie de azulejos sevillanos del XVIII. En su interior encontramos las tallas del Niño Jesús, además del Cristo de la Misericordia del XVI y la Dolorosa de F. Meneses, tallas de las escuela de Alonso Cano.

 

En la Plaza Mayor situada en el centro histórico de la localidad, destaca la Torre del Agua, que ocupa la plaza a modo de baluarte medieval en el que se aloja el Museo Arqueológico, donde se exponen hallazgos locales que van desde la prehistoria a la época visigoda. La Plaza también está flanqueada por el Ayuntamiento, el Casino y el Convento de la Concepción.

 

Otros monumentos a destacar: Palacio de los Cepedas, Iglesia de San Agustín, Iglesia de San Carlos el Real, el Convento de Santa Catalina, Palacio de Govanes y Herdara, Ermita de San Arcadio y su fabulosa Plaza de Toros.

 

Y para concluir nuestro paseo nos dirigiremos al enclave monumental de Las Canteras. Se trata de un paraje formado por tajos y farallones en el que se encuentra ubicada la Necrópolis hipogea y el Teatro Romano. Se encuentran restos arquitectónicos que van desde el siglo VII a.C hasta la época visigoda.

 

Su casco antiguo es de esos para pasear y abrir bien los ojos porque se te aparece un monumento, una casa con historia a cada tres pasos. Lo de la gastronomía no se queda atrás. Apunta algunas cosas: Aceite de Oliva, aldeanas, ardoria o el cocido ursaones.

Fuente. www.sevilla.cosasdecome.es

www.juntadeandalucia.es

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